"EL PÁJARO ENJAULADO"
Soy un canario amarillo y nuevo,
cuando me acurruco
parezco la yema de un huevo.
Pio, pio, pio
nunca tengo hambre,
nunca tengo frio.
En mi despiste,
se me olvidó el alpiste.
Quiero a pepita y a juan
porque me dan migitas de pan.
Quiero a pepillo,
porque me trae un bocadillo
de mebrillo
y de lechuga,
con oruga.
Me relamo,
soy el amo.
Quiero a Marujita,
porque me trae agua fresquita.
En mi tacita.
Los niños me dan
hasta cortezas de tocino.
Y yo le doy mi trino.
Pio, pio, pio.
Vivo contento, -dice el canario-
en mi cárcel de alambre.
Nunca tengo frio.
Nunca tengo hambre.
Los niños no sé porqué me tienen preso.
No saben, que si me abrieran
la puerta de la jaula,
me quedaría con ellos.
"UNA DE GATOS"
El gato Pirracas estaba helado.
El gato Pirracas vivía en el tejado.
La gata Timotea vivía en la azotea.
"Bájate conmigo, gato".
"Salta gato, no seas pato".
"Tengo comida de lata", le dijo la gata.
La gata y el gato tuvieron amistad.
Y tuvieron gatitos, no faltaba más.
Siete gatitos tuvo Timotea
al calor de las siete chimeneas.
Y Pirracas fue el gato más feliz
de los castizos tejados de Madrid.
"POBRE BURRO"
El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.
¿Qué culpa tiene el burro de ser burro?
En el pueblo del burro no hay escuela.
El burro se pasa la vida trabajando,
tirando de un carro,
sin pena ni gloria,
y los fines de semana
El burro no sabe leer,
pero tiene memoria.
El burro llega el último a la meta,
¡pero le cantan los poetas!
El burro duerme en cabaña de lona.
No llámar burro al burro,
llamarle "ayudante del hombre"
o llamarle persona.